PROMUEVEN BUENAS PRÁCTICAS ALIMENTARIAS PARA EVITAR ENFERMEDADES EN VERANO
El incremento de las temperaturas durante el verano, que trae consigo la elaboración y consumo de alimentos en lugares inhabituales, implica un doble desafío para la Secretaría Regional Ministerial de Salud del Biobío, orientado a incrementar las fiscalizaciones a establecimientos que producen, elaboran, transportan y venden dichos productos; además de fortalecer la educación sanitaria, para prevenir enfermedades transmitidas por alimentos (ETA) e intoxicaciones.
En materia de control, el trabajo se orienta a verificar el cumplimiento de las condiciones de higiene, origen, características organolépticas de los productos, respeto al manual de buenas prácticas de manufactura y mantención de la cadena de frío, entre otros aspectos derivados del Código Sanitario y del Reglamento Sanitario de los Alimentos.
Durante el año 2023, a través de la Unidad de Seguridad Alimentaria de la SEREMI de Salud, se realizaron 2.328 fiscalizaciones, que culminaron con 295 sumarios, cuyas principales causales dicen relación con deficiencias estructurales, alimentos en mal estado, alimentos vencidos, entre otras irregularidades.
En materia de educación sanitaria, una recomendación base para prevenir enfermedades de transmisión alimentaria tiene que ver con el lavado adecuado de manos, al preparar alimentos, antes de comer y después de cualquier actividad que conlleve exposición a gérmenes (como ir al baño, cambiar pañales, bajarse de la locomoción pública o privada remunerada, manipular dinero, etc.)
Las recomendaciones se extienden al lavado de frutas y verduras antes de consumirlas, uso y consumo de agua potable o previamente hervida, compra y consumo de alimentos sólo en lugares autorizados, separación de alimentos crudos de preparados al cocinar y almacenar; y consumo de huevos, carnes, pescados y mariscos siempre cocidos.
En el caso de los pescados y mariscos, para evitar enfermedades por Vibrio Parahaemolyticus, la orientación es hervir los mariscos al menos 5 minutos antes de consumirlos y recordando que el limón no los cuece; conservar los mariscos refrigerados a menos de 5° C hasta su cocción; no mezclarlos con otros tipo de alimentos, y mantener limpios utensilios y superficies.
“Durante el verano, debido al incremento de las temperaturas y la elaboración y consumo de alimentos al aire libre o en lugares poco habituales, debemos reforzar las medidas de prevención relativas a la higiene de los alimentos, de las personas y del entorno, a objeto de reducir enfermedades entéricas y otras asociadas al consumo no seguro de pescados y mariscos. Ante síntomas de intoxicación, como vómito, cólico o diarrea, es importante acudir a un centro de salud o solicitar orientación al Fono Salud Responde 600 360 7777”, declaró el Seremi de Salud del Biobío, Dr. Eduardo Barra Jofré.